Acompañame logo Acompañame logo

¿CÓMO EXPLICO LOS SÍNTOMAS?

Cuando compartas tu realidad de la esclerosis múltiple es importante que hables de tus síntomas. De hecho, es más útil en tu día a día que seas capaz de explicar estos síntomas, cómo se manifiestan y cómo te influyen. Por ejemplo, es mejor que sepas explicar lo que para ti supone un hormigueo en la pierna a que es una secuela de una enfermedad desmielinizante. Recuerda que la esclerosis múltiple es la enfermedad de las mil caras porque ninguna manifestación clínica es igual a otra, y es responsabilidad de cada persona expresar lo que supone para ella esta enfermedad.

Habla también de las consecuencias emocionales de la esclerosis múltiple. Compartir cómo te hace sentir ayudará a que la gente te entienda mejor, se identifique más contigo y sepa cómo comprenderte en cada momento.

Algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple, como la fatiga o las alteraciones sensoriales, son sensaciones subjetivas difíciles de explicar. Son los llamados “síntomas invisibles” ya que no se pueden apreciar con la observación y sólo se van a poder entender a través de tus explicaciones o metáforas. El entorno es más empático con aquellas cosas que ve y que la realidad diaria le recuerda que con aquellas cosas que sólo uno/a mismo/a nota. A las personas de tu entorno les resultará más fácil ser empáticos/as con los síntomas que son visibles y pueden tardar más tiempo en entender aquellos que solamente notas tú. Habla de estos síntomas, sé descriptivo/a, y facilita información médica de calidad a tu familia a través de tu profesional sanitario/a de referencia o entidades de personas con esclerosis múltiple. Ten paciencia, es más complicado entender este tipo de síntomas.